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Ubicado en la comuna de Puente Alto, una de las comunas con mas alto riesgo social del gran Santiago, es la muestra fehaciente de la responsabilidad social que asumió la Pontificia Universidad Católica de Chile al decidir el emplazamiento para este nuevo Centro Médico. Como equipo de arquitectos decidimos suscribirnos a esa responsabilidad social y contribuir desde nuestras capacidades al mejoramiento arquitectónico y espacial de la comuna, lo cual estamos convencidos que en el largo plazo generará mejores indices de calidad de vida. Partiendo de este punto de vista, creemos que el buen diseño dignifica la experiencia de sus usuarios y eventualmente, en el caso de este edificio médico, puede facilitar la recuperación de los pacientes.

Como equipo de arquitectos encargados de realizar el nuevo edificio para el Hospital Parroquial de San Bernardo, actualmente en proceso de construcción, la Dirección de Infraestructura del hospital nos encargó la tarea de estudiar la posibilidad de emplazar un Centro de Diagnostico que combinara tanto las actividades asistenciales como las de investigación y docencia. El ejercicio partió entonces desde una minuciosa lectura del lugar, el cual dio paso a una propuesta que intenta articular los distintos edificios y accesos dentro del terreno. Formalmente la propuesta recoge la altura y morfología de los edificios existentes adaptándose al entorno a través de una estética simple y pura.

A cargo de la Fundación FEDESO, el Policlinico el Salto presta servicios de salud a una comunidad vecina de bajos recursos que generalmente tiene grandes dificultades para acceder a tratamientos médicos, odontológicos y psicológicos de calidad. En este marco, intentamos promover un mejoramiento de los espacios existentes reciclando la edificación donde ya funcionaba la institución, esta decisión nos llevo a ejecutar un proyecto muy eficiente y simple pero con gran rentabilidad social, poniendo nuestro trabajo al servicio de la comunidad.

El encargo consiste en mejorar un edificio pre-existente muy descuidado y estéticamente deficiente dentro del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica. Para lograr el objetivo se separaron los esfuerzos en dos aristas, por un lado una extrema renovación interior que implicó el mejoramiento de habitaciones para pacientes, salas de enfermería, laboratorios de análisis entre otros recintos, y por otro lado, una re-conversión de la fechada del edificio hacia el interior del Campus, el diseño de esta fachada logra mediante un único elemento, ocultar todos los shafts y ductos adheridos con el tiempo al muro del edificio original y también controlar el asoleamiento que recibe la fachada orientada hacia el nor-poniente.